miércoles, 5 de marzo de 2014

Mito y misterio: la religión griega


Hola chicos, aquí tenéis los apuntes sobre la religión en Grecia para los de 1º. Además os he puesto un vídeo para empezar. ¡A trabajar!

La religión griega era politeísta. Su núcleo central era la mitología con diferentes dioses asociados a las fuerzas de la naturaleza.
A los griegos la naturaleza les parece misteriosa ya que estaba gobernada por fuerzas incontrolables. Para explicar esto usaban los dioses: un dios descargaba un trueno, otro generaba una tempestad, una diosa hacia crecer los cultivos…También era normal creer que la inspiración, las ideas y el ímpetu de las pasiones de los seres humanos eran manifestación de un Dios. Era razonable suponer que la lluvia era enviada por Zeus o que un pensamiento feliz venia de Atenea. La divinidad no solo gobernaba el mundo visible, sino que actuaba en el destino y en el corazón de los hombres.
Era importante contar con su ayuda ya que si no, no sólo peligraba el orden de la naturaleza y la tierra dejaba de dar frutos, sino también porque lo que impulsaba los actos del ser humano eran momentos de inspiración imprevistos o una energía no atribuible a su voluntad.
Las fuerzas que gobernaban la naturaleza eran semejantes a las que gobernaban la vida humana, pero más potentes y activas; el orden cósmico  era conforme a la naturaleza y la razón humanas, por lo que los griegos concibieron a los dioses con forma humana.
Eran como los hombres, pero no envejecían ni morían. Vivian del modo que a los griegos les gustaría vivir: sin la preocupación por el mañana, o por que las cosas de la vida acaben en la nada. Estaban dotados de belleza y de fuerza, dos cualidades que los humanos a veces no tienen, y que para los griegos eran fuente de maravilla y temor.
Estas diferencian no hacían a los dioses distantes, sino más reales que en otras religiones, al tiempo que aumentaba el respetos de los hombres por si mismos al parecerse en algo a ellos.
La vida ideal era la de los dioses, y aunque no la podían imitar totalmente, tenía un atractivo tal que todos los griegos consideraban un bien poseer una pequeña parte de estas cualidades.
El hombre delante de los dioses no podía ser humilde y esperar de ellos su ayuda. Podía pedir que, por medio de la fortuna enviada por un dios, se pudiera asemejar más a ellos. El hombre se parecía a los dioses y esto le hacía esperar de sí mismo sorprendentes posibilidades en el cuerpo y en el alma.

Para los griegos el mundo está dotado de un sentido y es comprensible ya que existe una belleza inmortal poseída por los dioses que se puede descubrir. La verdad se reconoce por el hecho de que es bella, y una acción la podemos distinguir como buena también por su belleza.